Y de pronto un paréntesis, estamos sentados en una banca del
Parque Forestal, y con los ojos cerrados, siento tu nariz acariciando mi cara,
el acelerado ritmo del entorno se escucha cada vez más lejano, desapareciendo
en su totalidad. Desconectados. Sólo somos nosotros, sumergidos en NUESTRA realidad.