jueves, 24 de octubre de 2013





Hoy hablé con una torcaza y fue como escucharme, decía todo lo que yo pensaba y sentía.. era asombroso oír todo eso, pero en "alguien" mas. Con algunas palabras conseguí darme cuenta de algunos detalles que había dejado pasar, pero afortunadamente volví a tenerlos presente. También me habló de ti, inevitablemente mis ojos se humedecieron con lagrimas de felicidad. Repasarnos, desde el día 1 hasta hoy. Es raro, el ave decía que siempre estuvimos ahí, pero que somos tan singulares, que necesitábamos hacernos esperar para disfrutar con mas ganas ESTO. Le encontré razón, llegamos en un momento y en una forma ideal, muy ad-hoc a lo que en conjunto somos.
Todavía pienso en el 02 de agosto y en cómo me sentí: tan cómoda, feliz, entretenida y todo eso.. a tu lado.
Este pajarito me dijo: "ahora haz una introspección y dime qué encuentras" y con esto me hallé:
Sé que soy difícil muchas veces, que te desconcierto (no para bien) en mas de una ocasión y seguramente sientes ganas de salir corriendo. Pero no lo has hecho, y te lo agradezco. Sé que soy mas que una maldita desgraciada insoportable e idiota, y que a veces es mas fácil para mi mostrar sólo esa cara.
Sé que ya no necesito cuidarme de que me hagan daño, porque realmente confío en ti y no lo harás, pero al parecer estoy muy habituada a poner una gran coraza delante de mí.
También sé que si las palabras no vienen acompañadas de actos no tienen relevancia, ni validez. Por eso no te haré ninguna promesa. Sólo haré lo posible por apegarme a mis sentimientos.
Concluí que es bueno darse un minuto e investigarse para no olvidar lo que hay adentro.

No existe tal conversación, por lo tanto, tampoco la torcaza. Lo que sí existe es que aparecimos cada uno en el mundo del otro y que teniendo la opción de desaparecer, quisimos quedarnos.

Si tú eres Picchiatello, yo soy Picchiatella. Y viceversa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario